¿Cómo hacer que los jóvenes lean? Es la pregunta que un profesor de literatura de cualquier nivel debe responderse. Por lo general, los niños asimilan los valores y la cultura de su entorno lo que marcarán las pautas para construir su estilo de vida. A partir de esto, sería fácil decir que depende de los adultos el despertar el interés por la lectura pero esto no es tan sencillo como parece. Las circunstancias que invitan a los jóvenes a no leer se multiplican a diario. En un mundo basado más en imágenes que en palabras, es difícil encontrar tiempo, o más bien ganas, de desconectarse totalmente del mundo que nos rodea y sumergirnos en un mar de información que nos permite conocer desde las leyendas de antiguas civilizaciones hasta los pensamientos más recónditos de asesinos y psicópatas.
A pesar de que se crea que la lectura no tiene un impacto relevante en la sociedad, la historia nos ha demostrado lo contrario. No es coincidencia que los gobiernos totalitarios se opongan a esto. Los nazis quemaron libros, la Inquisición española declaró un Índice de libros prohibidos, las dictaduras persiguen a los intelectuales y prohíben la edición y lectura de determinadas obras. Y es que, efectivamente, el leer puede formar individuos más libres, críticos e independientes. Obviamente, esto no se reduce simplemente a saber leer y escribir, sino a asimilar la información, adquirir conocimientos y sobre todo, entretenerse. Al leer las primeras páginas de un libro, nos transportamos a los paisajes creados por el autor donde conocemos a los personajes, entendemos sus historias, y compartimos sus miedos, dudas y emociones. La infinidad de temas, argumentos y estilos que existen nos aseguran que dentro del mundo de la literatura hay lugar para todos.
Sería exagerado decir también que el progreso y éxito de un país depende de los hábitos de lectura de sus habitantes, ya que esto influye en el desarrollo personal antes que nada. Tal vez la lectura no sea totalmente imprescindible para la sociedad, pero sin duda es importante en varios aspectos. Para que una persona se motive, especialmente a temprana edad, es elemental que se demuestre que la lectura es relevante en su medio, lo que dependerá sobre todo de la comunidad que la rodea.
Nataly Idrovo
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